El Colectivo Literario Francisco Urondo se creó en 1980 en los barrios de la zona norte de Santo Domingo, por iniciativa de Míriam Ventura que había salido del Taller Literario César Vallejo que funcionaba en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD. Además de Míriam, entre sus primeros integrantes estuvimos Atilano Pimentel, Higinio Báez, Nicolás Guevara, entre otros.
Higinio propuso el nombre para la entidad naciente: Círculo Literario Francisco Urondo, en honor al poeta “montonero” de Argentina.
Este grupo permaneció durante casi tres años. La dinámica establecida era reuniones cada domingo a partir de las 3:00 pm. En ellas realizábamos lecturas y comentarios de los textos que produciamos o de algún autor consagrado. Con frecuencia, organizábamos actividades abiertas al público. Además, como individuos empezamos a publicar en los principales suplementos literarios de la época en Santo Domingo: Aquí, del periódico La Noticia, dirigido por Mateo Morrison; Cultura, del periódico El Nacional, dirigido por Bonaparte Gautreaux Piñeyro; y en la página del periódico El Nuevo Diario, a cargo de Rodolfo Coiscou Weber.
Era un período de efervescencia social, debido al clima de libertad abierto en 1978, con el triunfo del Partido Revolucionario Dominicano ante Joaquín Balaguer, quien había gobernado 12 años marcados por el autoritarismo y la represión. Ese triunfo abrió un período de democraticación en toda América Latina. En ese contexto aparecieron nuevos actores con nuevas formas de organización social y un horizonte de reivindicación de derechos.
En el ámbito literario, surgió en República Dominicana la llamada generación de los 80 bajo el paraguas de los talleres literarios, los cuales florecían por todas partes. Era la juventud que como siempre se manifestaba irreverente y plural en el nuevo escenario.
De manera que el Colectivo Literario Francisco Urondo formaba parte de una efervescente vida sociocultural en Santo Domingo. Muchas fueron las personas que pasaron o pertenecieron al Taller Paco Urondo, con quienes se compartiamos veladas inolvidables, entre ellos cabe mencionar a los poetas Víctor Bidó y Leopoldo Minaya.
El núcleo de mayor permanencia en el Paco Urondo y que llegó a realizar publicaciones estuvo integrado por Miriam Ventura, quien realmente fue la gestora y el alma del mismo, Nicolás Guevara, quien fungía como coordinador, Atilano Pimentel y Juan de la Cruz. Como entidad el Urondo (1980-1983) sólo logró realizar dos publicaciones, las mismas durante el año 1982: un reportaje aparecido en el periódico El Nuevo Diario y otra en el suplemento Cultura del periódico El Nacional. En esta última, además de los poemas y fotos apareció el texto siguiente:
“AUTORRECLAMO. El Colectivo Literario Francisco Urondo existe, camina día tras días por las huellas limpias de esta ciudad semi-despierta; hacemos poesía por definición y alegría, creemos en la humildad, en lo sencillo del verbo y en su acción más profunda. No somos absolutos, no creemos en la seudomilitancia poética. Renegamos de todo snobismo. Creemos en la perseverancia y nos sentimos identificados con poetas como Francisco Urondo”.
En esencia el Urondo estuvo integrado por jóvenes escritores que pertenecíamos a partidos políticos de izquierda o a organizaciones sociales de los sectores populares. De ahí la filosofía del grupo.
La estabilidad y accionar del Urondo generaron una corriente favorable para que se formaran otros talleres literarios en los barrios de la zona norte de Santo Domingo. Además, entusiasmó a muchos jóvenes a que también se iniciaran en la literatura.
Nicolás Guevara. Suplemento Cultura,
periódico El Nacional, 7 de noviembre de 1982.