Impulso del Movimiento Socioeducativo: un Hito del Centro Cultural Poveda

Sin dudas, el mayor desafío de la humanidad ha sido la formación del propio ser humano en sus múltiples dimensiones. Este reto se justifica en que el humano pueda convivir de la mejor manera con los demás y desarrollar una relación responsable con su entorno natural y social; asimismo, para que comprenda su realidad personal y social a partir del discernimiento individual y colectivo y actúe en ella siempre con la intención de mejorarla. Pero esto es un desafío permanente. Se sabe que en la medida que se fueron conformando y consolidando los Estados, progresivamente en su interior se generaron sistemas educativos en orden al modelo de sociedad deseado por quienes han gobernado, lo cual ha variado según la cultura, la época y la ideología.

En el contexto dominicano, a mediados de los años 80 del siglo XX surgió una ONG que desde entonces aborda el hecho educativo con una perspectiva amplia y crítica. Se trata del Centro Cultural Poveda, CCP. Esta es una institución inspirada en la pedagogía de Pedro Poveda y permeada por la doctrina social de la iglesia, en especial la que impactó a Latinoamérica en los años 70; asimismo, por el enfoque crítico de la Educación Popular; y las corrientes pedagógicas que reconocen la necesidad de impulsar el desarrollo de las personas con pensamiento autónomo, reconociéndolas como sujetos de su propio aprendizaje. Ahora bien, desde el CCP se concibe todo esto en diálogo con la realidad dominicana.

Una realidad que en el momento de la creación del Centro Cultural Poveda iniciaba el auge de neoliberalismo y ya el país habíamos pasado por una crisis social en el año 1984, debido a los ajustes económicos promovidos por el Fondo Monetario Internacional y aplicados por el gobierno de turno. También era en momento del retorno al poder del Dr. Joaquín Balaguer en 1986 y del agotamiento del modelo educativo agravado por una falta de atención a los distintos componentes del sistema, por parte de las autoridades nacionales, entre otros rasgos de la vida del país.

Es en este contexto que el CCP asume la educación desde una perspectiva crítica y amplia en distintos ámbitos de la sociedad y con diversos actores. Su propuesta pedagógica ha buscado articular el proceso de aprendizaje en los centros educativos con la realidad local y nacional, además de trabajar con las organizaciones sociales. Este enfoque constituye un pilar de la institución, como se expresa en la crítica presente en el Manifiesto fundacional del CCP donde se plantea:

“A nuestra escuela los problemas sociales le son ajenos, la vida misma con sus demandas de creatividad, laboriosidad y participación responsables no encajan en su estructura”. (Manifiesto del Centro Poveda, Pág. 4, 1985)

Este planteamiento implica un doble cuestionamiento. Por un lado, mueve los cimientos de los enfoques pedagógicos que conciben las disciplinas de conocimiento justificadas en sí mismas, descontextualizadas, sin conexiones entre ellas y, mucho menos, con la realidad del contexto; mientras, por otro lado, interpela la perspectiva de gestión desarrollada en el sistema educativo dominicano, la cual ha variado poco hasta hoy, muy a pesar de que luego en el marco normativo establecido en los años 90, se concibió una gestión de centros educativos más abierta a la comunidad.

Ante esta situación, desde el CCP se concibe un centro educativo en interacción con la comunidad y se vislumbra a un maestro o maestra que “abra diálogo entre la escuela y la vida e incorpore al proceso de la educación las necesidades que la realidad nacional demanda…”.  (Manifiesto del Centro Poveda, Pág. 9, 1985)

Es por ello que desde su fundación el CCP no se ha limitado a desarrollar procesos transformadores en el sistema educativo, sino que también interviene en el ámbito comunitario y “promueve procesos de cambio socioeducativo y culturales, desde los intereses de los sectores empobrecidos, con intervención en la escuela y la comunidad”, como lo afirman Ceballos y Henríquez (2010).

De manera que la institución siempre ha tenido como parte de su misión impulsar un amplio movimiento socioeducativo, tal como lo entiende Leopoldo Artiles (2007): “… la movilización de personas y organizaciones en torno a ideas y prácticas educativas alternativas a las vigentes, para inducir cambios en las políticas públicas educativas y en los sistemas educativos existentes que contribuyan a erradicar el mal de la exclusión de amplios sectores de la población del acceso a educación de calidad y de trabajo decente, así como del acceso a la ilustración propia que posibilita el desarrollo cognitivo y moral, a la vez que el fomento de la creatividad”.

A lo largo de su existencia el CCP cuenta con múltiples experiencias de intervención que buscan promover el desarrollo de un movimiento socioeducativo, en la línea planteada anteriormente. Esto se busca principalmente con dos tipos de iniciativas: con actores sociales de distintas comunidades del país y con una participación activa y propositiva en espacios de articulación social que promueven transformaciones en las políticas educativas del país.

Es así que al momento de identificar los hitos del CCP, además del trabajo directo con maestros y maestras, como parte de la promoción de un movimiento socioeducativo, hay que abordar otros tres ámbitos estratégicos de su intervención para impulsar dicho movimiento capaz de propiciar cambios en las políticas públicas, estos son:

  1. Procesos territoriales con actores locales: Aquíse distinguen iniciativas relativas al desarrollo local, formación del liderazgo comunitario, capacitación comunicativa y metodológica de las organizaciones locales, educación para la buena convivencia con el medio ambiente, entre otras. En este ámbito toman mayor énfasis las estrategias pedagógicas de la Educación Popular, para la formación de una ciudadanía crítica y la constitución de sujetos colectivos promotores del desarrollo local.

  • Articulación nacional de movimiento social: En este ámbito se distingue la participación proactiva en plataformas de reflexión y concertación como Plan Educativo, Foro Socioeducativo, Foro Ciudadano, Coalición por el 4%, Red de Educación en DDHH, entre otros espacios. Estas coaliciones han servido para impulsar reflexión crítica, propuestas de reformas educativas y movilización de voluntades en la República Dominicana, generando espacios de interfaz con las autoridades, para una incidencia en las políticas públicas. En cada uno de estos procesos el CCP ha sabido integrar a su equipo académico.

  • Articulación latinoamericana: Conscientes de que los cambios en el sistema educativo nacional y en la sociedad en su conjunto requieren una permanente actualización de su equipo técnico, el CCP buscó desde sus inicios aportar y, a la vez, nutrirse de las reflexiones colectivas que se iban generando desde distintos espacios de articulación sobre la educación en América Latina, entre ellos: el Consejo de Educación de Adultos de América Latina, CEAAL y la Red Latinoamericana Interinstitucional Educación en Derechos Humanos, Ciudadanía y Democracia, por citar algunas de las experiencias significativas.

Este triple accionar sumado al de la escuela, tienen como soporte la producción intelectual de un equipo técnico que ha generado una variada y amplia línea editorial. A esto se suma una biblioteca especializada en temas relativos a la educación, todo lo cual ha posibilitado socializar reflexiones e investigaciones sobre el quehacer educativo durante más de tres décadas. Así el CCP ha contribuido al desarrollo de una corriente pensamiento crítico en la educación, como un elemento clave de un movimiento socioeducativo.

Desde esta perspectiva de abordaje educativo, los ámbitos escuela y comunidad son un continuum en la formación de las personas, no están fracturados; se interpela la realidad personal y social por medio de estrategias investigativas y metodología participativa; se promueve la constitución de sujetos democráticos, imbuidos de valores universales. En definitiva, el hecho educativo es la clave en la formación de ciudadanía capaz de generar cambios en una sociedad donde se generan y agudizan las desigualdades.

Ahora bien, el CCP tiene tres elementos estructurantes de su propuesta socioeducativa, los cuales sirvieron como ejes para el diseño de su propuesta de sistematización. Ellos son: la constitución de sujetos democráticos (como sujeto autónomo y sujetos sociales); la construcción del conocimiento; y la participación y gestión democrática de la escuela. Es claro que estos elementos apuntan hacia la formación de un nuevo perfil de ciudadanos y ciudadanas que trasciende la lógica imperante en la sociedad; hacia una manera crítica de relación con el conocimiento y, por lo tanto, de compresión y actuación sobre la realidad personal y social; asimismo, apuntan hacia una institucionalidad democrática de los centros educativos, las organizaciones sociales y la convivencia en la familia. De manera que así promueve la formación de dichos sujetos democráticos con las competencias de conocimiento que les posibiliten una mejor inserción en la vida productiva.

Pero este horizonte de sentido que marca la acción del CCP está sustentado por la obra y el pensamiento humanista de Pedro Poveda, como ya planteamos al inicio, quien sugiere que el ser humano debe situarse claramente en su contexto: “tengo la mente y el corazón en el momento presente”. Es claro que esto implica poner en juego la reflexión y la pasión para actuar de manera coherente en la realidad que a cada quien le ha tocado vivir. Y no hay dudas de que es justamente lo que ha hecho el Centro Cultural Poveda desde fundación ante la realidad de la educación en la República Dominicana y, a la vez, sirviendo de escuela para los profesionales que hemos tenido la oportunidad de formar parte de su equipo técnico.

Pero hay más, el padre Poveda era consecuente hasta el final, como lo hizo con su vida, por eso no vaciló en decir: “Estima la justicia tanto como la vida”. Con estas palabras invita a no ser indiferente ante cualquier situación de opresión o relaciones asimétricas, tanto en el ámbito público como en el privado. Esta convicción se actualiza en el accionar socioeducativo del Centro Cultural Poveda, siempre propugnando por cambios en una sociedad marcada por la injusticia y la exclusión. Es ahí donde tiene sentido desarrollar líneas de pensamiento y procesos educativos que generen sujetos capaces de cambiar esa situación.

Más aun, el padre Poveda evocando palabras bíblicas afirmó: “las obras, sí, son las que dan testimonio de nosotros y dicen con elocuencia incomparable lo que somos”.  Estas palabras están a la base de la acción transformadora que durante más de tres décadas ha desarrollado el Centro Cultural Poveda, en los distintos ámbitos educativos. Ellas resuenan en la cotidianidad del trabajo de la institución, por medio del desarrollo de procesos educativos transformadores en distintos ámbitos de socialización.

Lo cierto es que, tanto en el discurso como en los procesos generados por el CCP, resulta evidente la reivindicación de la educación como mediación para la formación de sujetos autónomos y participativos, la necesidad de cambios en las políticas educativas (diseño curricular, Ley de Educación, relación docente alumno, escuela comunidad, formación docente, …) sin cuya participación las reformas de los años 90 no hubiese tenido los énfasis que evidencian. Finalmente, en el horizonte la institución ha tenido la democracia participativa, con mayores niveles de equidad e inclusión.

Referencias:

  • Artiles Gil, Leopoldo, 2007: Apuntes y Motivaciones para el Movimiento Socioeducativo. Anuario Pedagógico (10). Centro Cultural Poveda. Santo Domingo.
  • Candau, Vera María; et. al, 2006: Decálogo del educador y la educadora. Comentarios. NOVAMERICA. Río de Janeiro.
  • Ceballos, Rita, Ma., Henríquez, Argentina, 2010: Aportes de la Sociedad Civil a la Educación. Centro Cultural Poveda. Santo Domingo.
  • Centro Cultural Poveda, 1985: Manifiesto del Centro Poveda. Santo Domingo.
  • Centro Cultural Poveda, 1990: Demanda de los sectores populares a la educación desde el proyecto de la democracia participativa. Foro Urbano – Plan Educativo. Santo Domingo.
  • Centro Cultural Poveda, 1999: Sistematización. Santo Domingo.
  • Institución Teresiana, 2002: Educar en Tiempos Difíciles. Aportes desde la Pedagogía Povedana. Río de Janeiro.

  • Septiembre, 2019