En esta tarde voy a destacar tres ideas que considero clave sobre la vigencia del pensamiento de Paulo Freire y comentar algunas de las que ha planteado Onavis, así como intentar responder ciertas inquietudes prácticas de los docentes presentes.
1. Un humanismo que coloca a las personas en el centro de sus preocupaciones, sobre todo las que sufren exclusión y desigualdad, sin oportunidades de desarrollarse plenamente.
• De ahí, la necesidad de una reflexión sobre el hecho educativo que propicie e impulse a las propias personas como protagonistas de su proceso de reafirmación y búsqueda de su liberación, no solo físicamente sino a través de la generación de un pensamiento crítico que cuestione la situación de injusticia que viven. De manera que en Freire hay un posicionamiento desde los excluidos (oprimidos) para desarrollar procesos educativos que lleven a las personas a indignarse y actuar para transformar su realidad. Así, la noción de persona y libertad son indisoluble en el humanismo freiriano.
2. Una pedagogía orientada a la práctica, a la acción transformadora.
• Esta segunda idea del pensamiento de Freire a destacar aquí, implica una constante mirada crítica a la realidad personal y social para introducir cambios. Desde esta perspectiva educativa, la construcción de conocimiento está articulada a dicha realidad del contexto. Un ejemplo de ello es la propuesta de alfabetización que él desarrolló. En la actualidad sigue siendo válido que desde la escuela se relacione la formación desde las distintas áreas de conocimiento con situaciones problema de la comunidad, de la ciudad y del mundo. Ahí tenemos una propuesta de agenda mundial con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODS que bien debería retomarse desde la planificación en los centros educativos. Para esto pudieran utilizarse los proyectos de aula como una de las vías pedagógicas de lograrlo. Asimismo, desarrollar la curiosidad, la actitud de búsqueda y cuestionamiento permanente a través de la integración de estrategias investigativas.
• Otro punto a destacar en esta pedagogía, y del cual se ha hecho referencia hoy, es el fundamento ético que tiene un sentido amplio, más allá del no delinquir, pues busca la coherencia entre el discurso y la práctica como persona o institución. Si bien esto ha sido planteado desde distintas corrientes filosóficas y religiosas, esta perspectiva ética del pensamiento de Freire resulta crucial hoy día para las autoridades educativas, los docentes, los políticos, los dirigentes comunitarios, entre otros.
• También en esta propuesta pedagógica Freire precisa que todo acto educativo tiene una intencionalidad política. Él fue pionero en esta reflexión que hoy, por ejemplo, ha dado cuerpo a campos de estudios como el de literacidad crítica, emparentado en el análisis del discurso, en el que se plantea la gestión de la ideología al leer y escribir.
• Igualmente, destaca la idea de un educador con un rol más horizontal, propiciador del diálogo de saberes, que también está dispuesto a aprender en la medida que desarrolla el proceso educativo.
• Asimismo, como paradigma educativo surgido en América Latina es una propuesta que se expande más allá de la escuela y se ajusta bien a los movimientos sociales, partidos políticos y la gestión pública, como un cuerpo pedagógico que contribuye al desarrollo coherente de estos espacios de socialización y acción pública orientados hacia el interés común.
• Por todas estas implicaciones, en el pensamiento pedagógico de Freire se reconoce el diálogo y el conflicto como elemento central de los procesos democráticos. Asumir esta perspectiva supone el desafío de educar para el desarrollo de una cultura democrática, la participación, el reconocimiento del otro, con su verdad, como legítimo en la convivencia. Esto constituye un gran desafío humano en el mundo de hoy.
• En definitiva, se trata de una propuesta pedagógica que contribuye a la formación de ciudadanía crítica y a la búsqueda del desarrollo pleno de las personas y comunidades. Sin dudas, se trata de una propuesta que tiene mucha vigencia hoy en la región de Latinoamérica. En el caso dominicano, los fundamentos del sistema educativo, además del desarrollo de las competencias propias de las áreas de conocimiento, se orientan en este sentido. El desafío permanente ha sido operativizarlo.
3. Un enfoque pedagógico vigente hoy en un contexto en el que se agudiza la desigualdad y exclusión.
• En el marco de procesos democráticos en América Latina y, en especial en nuestro país, en donde se agudiza la desigualdad y la exclusión, se necesita de la formación de una ciudadanía crítica que pueda emprender cambios. Esto así, porque como bien Freire planteaba la historia humana como posibilidad, no como predeterminada, por lo tanto, los ciudadanos – sujetos de la historia – tienen la posibilidad de reinventar el mundo desde un horizonte ético, con justicia e inclusión social. Y en esto la educación juega un rol clave.
Santo Domingo, 15 de julio de 2021